Buenos días,
Rector, Vicerrectores, amigas y amigos.
Hoy nos reunimos aquí compañeros y compañeras que en su día compartimos la lucha contra la dictadura, en un Acto de reconocimiento institucional, que la Universidad hace al movimiento estudiantil antifranquista. Se va a descubrir una placa que es un homenaje a todos los que combatimos contra el fascismo por la conquista de las libertades democráticas.
Quiero comenzar esta intervención agradeciendo a la Universidad
de Málaga, nuestra Universidad, la realización de este Acto de
Memoria que rescata del olvido una parte de nuestra historia
reciente, y que sirve, si cabe, para dar mayor sentido a nuestro
compromiso de aquellos años.
Es para todos nosotros una jornada festiva y de celebración, en la
que queremos reivindicar y también recordar esa lucha de la que
estamos orgullosos de haber participado. Un orgullo que se
acrecienta con este reconocimiento de la Universidad que nos
acogió y de la que nos consideramos parte.
Hace poco más de quince meses, a iniciativa de algunos antiguos
alumnos y alumnas, surgió la idea de reivindicar ante la
Universidad y ante la sociedad civil malagueña, nuestro pasado.
Que se nos reconociera el papel que jugamos los estudiantes
universitarios de Málaga en la lucha por la democracia. Un tiempo
en el que éramos jóvenes y era importante en nuestras vidas el
compromiso asumido para conseguir una sociedad mejor. A esta
iniciativa de ahora, se han ido uniendo compañeras y compañeros
con los que habíamos compartido múltiples batallas y fuimos
cómplices y solidarios durante la clandestinidad ante la represión
fascista. Creamos un Blog en la web, “Estudiantes Málaga x la libertad”, y un grupo de WhatsApp del mismo nombre para
mantener el contacto entre nosotros. El numero de participantes
creció rápidamente. Hoy somos más de 120 antiguos alumnos los
que formamos parte del grupo.
De alguna forma perseguíamos recuperar parte de la memoria
histórica de aquellos años.
Así que ¿por qué no hablamos algo de Memoria Histórica? ¿qué es
la Memoria Histórica?
Sabemos que la Memoria Histórica de los pueblos y de las
personas se construye a partir del recuerdo de los sucesos.
Veamos un ejemplo. Yo recuerdo, que hace 50 años, cuando
estudiaba en la Facultad de Económicas de Málaga y militaba en
una organización antifranquista, fui detenido junto a otros
compañeros por participar en una manifestación en la que
pedíamos libertad. Nos trasladaron a instalaciones policiales,
donde nos torturaron. Después de sufrir tres días de
interrogatorios fuimos encarcelados en la prisión de Málaga. Un
año después nos juzgó el Tribunal de Orden Publico. Eso, era el
franquismo. Eso es Memoria Histórica del franquismo.
Estoy seguro que todos nosotros tenemos muchas historias de
aquel tiempo que todavía podemos recordar. Testimonios
directos de clandestinidad y de represión. De la policía político-social que nos vigilaba. Historias de militancia y de persecución,
de aparatos de propaganda y multicopistas. Los que me conocéis
sabéis que no me canso de repetir que tenemos que animarnos a
contarlas y de esta forma contribuir a que no se banalice o
tergiverse el pasado.
En esos años de dictadura, todas las Universidades de España
fueron testigo de la protesta de sus alumnos. También en Málaga
los estudiantes universitarios nos movilizamos. Unos habíamos
entrado a militar y formar parte de alguna de las organizaciones
políticas antifranquistas y otros no tenían ninguna vinculación con ellas, pero mantenían un compromiso para conseguir una
sociedad con libertad.
Nuestra Universidad, fue creada en 1972, y en los últimos años del
franquismo era pequeña y todavía estaba en sus inicios. Pero ya
desde antes de constituirse, desde 1965 en la Facultad de
Económicas, desde 1970 en el Colegio Universitario y también en
otros centros educativos, los estudiantes de Málaga luchábamos
por la democracia. Estuvimos a la cabeza de las protestas y
sufrimos la violencia y la brutalidad de la policía.
En las distintas Facultades o Centros organizábamos asambleas
multitudinarias en las que los estudiantes exponíamos nuestras
reivindicaciones académicas o políticas. En ellas se podía oír
hablar tanto de la falta de democracia en España, como de la mala
calidad de la enseñanza que recibíamos o de la falta de aptitud de
algunos de nuestros profesores. Se convocaban manifestaciones
de protesta que, por supuesto, eran prohibidas y consideradas
ilegales por la policía, pero nosotros la desafiábamos, la
ignorábamos y recorríamos las calles de la ciudad gritando
consignas antifranquistas, de libertad o de mejora de la
Universidad. También en muchas ocasiones convocábamos alguna
huelga, incluso era frecuente que los estudiantes organizáramos
clases alternativas.
Este alto nivel de conflictividad estudiantil tuvo un coste adicional
para muchos alumnos, porque era habitual que las autoridades
académicas, a veces actuando en connivencia con el franquismo y
otras aplicando sus leyes autoritarias, abrieran expedientes
sancionadores a muchos estudiantes fichados por la policía o que
habían sido condenados por el TOP, lo que suponía que no
pudieran matricularse, no pudieran asistir a las clases o que
tuvieran dificultad para continuar sus estudios y finalizarlos. Por
ello tiene tanto valor para nosotros que sea la propia Universidad
la que haga este reconocimiento.
Mantengamos la Memoria y recordemos que la sociedad española
fue durante cuarenta años acallada y reprimida. Porque en
España, el fascismo nos despojó de nuestros derechos políticos,
económicos y sociales. Se produjeron detenciones y torturas y
muchos compañeros acabaron en la cárcel.
Después, vino la Transición y el camino a la democracia fue
complejo y sujeto a inestabilidad. En los años siguientes las
personas que habíamos luchado contra la Dictadura fuimos
ignoradas. Nuestro compromiso había sido minusvalorado y casi
olvidado. Hasta que llegó la Ley de Memoria Histórica y la
posterior Ley de Memoria Democrática, ningún Gobierno había
reivindicado la importancia de esa lucha antifascista. Había una
deuda que la sociedad española tenía con todas aquellas personas
que contribuimos a conseguir una sociedad en libertad, una deuda
que ahora se está cancelando. Quizás este acto pueda servir como
punto de inflexión y un ejemplo donde se miren otros
universitarios u otros colectivos que también pudieran ver
reconocido su lucha contra el franquismo.
La colocación de esta placa tiene para nosotros un contenido
simbólico importante puesto que permite que se conozca y se
recuerde en Málaga la lucha de los estudiantes por la democracia.
Y su simbolismo es aún mayor porque se instala en el edificio del
Rectorado que, casualmente está situado muy cerca (casi
enfrente) del edificio de la Aduana, donde estaba ubicada la
antigua Comisaría de Policía de Málaga, ese lugar siniestro, con
calabozos sucios y húmedos, donde muchos de nosotros
estuvimos detenidos y fuimos interrogados.
En este momento tan especial y de celebración para todos
nosotros que participamos en aquellas luchas, quisiera tener un
recuerdo entrañable para todos los compañeros/as que ya no
están con nosotros. Aquellos que en su día lucharon contra el fascismo para conseguir la democracia y que ya murieron. Su
recuerdo sigue vivo entre nosotros. Me viene a la memoria
algunos nombres de líderes estudiantiles: Leopoldo, Jose Miguel,
Dimas, Manolo, Florián, Paco, Juan Antonio, Diego, Domingo, ..... y
tantos otros que estuvieron con nosotros.
Antes de terminar, quisiera destacar que, en este camino que nos
habíamos fijado de reivindicación de nuestro pasado, hemos
encontrado desde el principio toda la colaboración y comprensión
de la propia Universidad, que ha asumido este acto como parte del
reconocimiento de su propia historia. Así que desde el grupo de
“Estudiantes Málaga x la libertad” valoramos el apoyo recibido,
personalizándolo en el Rector y en los tres Vicerrectores que han
contribuido a que este Acto se realice, por haber tomado esta
valiente decisión de reconocer nuestro papel en la lucha por una
sociedad democrática. Convirtiendo a la Universidad de Málaga en
la primera que homenajea al conjunto del movimiento estudiantil
contra el franquismo.
No quisiera finalizar esta intervención sin recordar una frase del
poeta Luis Cernuda, de su obra Desolación de la quimera, que
figura en el poema 1936, que dice:
Recuérdalo tú y recuérdalo a otros.
Muchas gracias
Málaga, 25 de Octubre de 2023